« Home | Misterios de la Humanidad (Uno) » | ¡Si, yo! » | Finalmente si » | La felicidad » | Graznidos cautivos » | Razones » | los incredibles » | Lujurias » | Casi... casi » | Sin titulo (ni comentarios) » 

sábado, noviembre 26, 2005 

Y regresaste

Clima tranquilo, apacible. Estoy solo en la mitad de una maternal penumbra.

Irrumpes, no vienes al caso.

Ni siquiera llegas ostentando la hostilidad y el desequilibrio que nos separó. Que descortesía llegar benévola cuando te esforzaste por convencerme que eres lo contrario.

Llegas amable. Justo cuando deja de interesarme que lo haces me atrapa el déja vú de tu mirada benévola.

(Que había olvidado)

Me abrazas y me besas sin mediar disculpa, explicación o diplomacia alguna. Derrumbas mi rencor sin mostrar arrepentimiento.

¿Debo estar agradecido?

¿Cuándo puedo comenzar a tenerte confianza si de pronto vuelves beatificada?

¿Como puedes ser tan grosera?

¿Acaso perdiste la coherencia en el camino?

¿Es tan fácil conseguir aureola?

¿Me devuelves a mi amada?

¿Cuándo me devuelves mis anhelos y mis horas?

¿No puedes ser la misma por una vez en tu vida?

¿Por qué te redimes hasta ahora?

¿Por qué apareces como un ángel después de habituarme a tu desgracia?

¿Por qué tu?

¿Por qué con tersura faltal, por qué en un sueño?