miércoles, julio 27, 2005 

los incredibles

Una de las cualidades mas resonantes del imparable avance de la civilización en su sentido mas pinchurriento es la democratización. No hay ámbito que escape al mendigo alerón este, en una frase que leí hace poco se resume: “Antes se necesitaba talento, ahora con la instalación basta”.

Ya cualquiera puede ser talentoso o sobresaliente, total, si no pega siempre hay la opción de decirse un genio incomprendido y citar a Nietzsche: “Me pertenece el pasado mañana”.

Dentro de toda la vasca que nos tocó padecer respecto a este problemilla el caso mas notorio (y quizá el que originó todo) es el de los medios de comunicación. Nos decia un maestro de sociología de la prepa que no son de comunicación ya que no hay la posibilidad de replicarle al emisor, no es el único absurdo ni el mas si tomamos en cuenta el enorme espectro que comprende la jauría de comunicólogos.

La soberbia, falta de regulación y por ende desfachatez con el que actúa este gremio provoca la obvia consecuencia de que anden por allí sueltos sin bozal, buscando escaparate para lanzar sus mas sonoros ladridos, lo cual significa que hay mucho pendejo buscando la fama y la gloria de la manera no solo equivocada sino también inconsecuente, lo cual me lleva a preguntarme cuales serán peor, los con o los sin licencia.

Un ego autovolcado y autoalcahueteado provoca que uno se invente roles y virtudes fuera del alcance de los demas mortales que pisamos el suelo que no los merece.

Me viene a la mente el capitulo donde Bart por azares conduce una emisión donde el amarillismo y el chantaje sensiblero se convierte en moneda de cambio.

Hay dos palabras que me parecen clave y especialmente trastocadas (o diluidas, no se) en este sentido: credibilidad y transgresion.

El como buscan ser credibles recurriendo a la transgresion mas chafa es muy propio de esta democratizacion, asi como el éxito que suelen tener este tipo de emisiones o publicaciones o lo que sea.

No hay manera mas patética de querer no ser anacrónico en pantalla que conduciendo un programa concebido como “para jóvenes”, y claro que no es el unico vicio en la limitada conciencia de güey de estos.

Muchas de estas artimañas son de impacto estentóreo en el inmediato plazo, desvaneciéndose tan pronto aparecen los comerciales o cesamos de reir, muchas veces movidos por el humor involuntario.

Los casos de transgresion no pasan de ser:

De mal gusto: hablar de los temas en boga matizándolos con alguna que otra vulgaridad.

El faso heroe: se ufanan de hablar de temas prohibidos como si aun lo fueran ya no es la gran cosa criticar al gobierno o hasta a la consorte presidencial.

Futil: no dudo que tenga su grado de difcultad y nervio, de nuevo entraria aquí en el punto anterior, echar de cabeza a un cuico aceptando mordida, o algun funcionario, etc. me haria parecer hasta a mi como heroe, ¿ y por que no? Igual hasta me la puedo creer poniendo en evidencia algo tan cotidiano como la corrupción, aunque tambien podria preguntarme que tanto cambie a la sociedad al exhibir a un tipo con pocos escrupulos.

 

Lujurias

Todos lo pecados capitales se parecen en origen y destino, buscan saciar una sed que retoña de manera exponencial, toda vez que se le ha mimado de manera previa.

Y si nos ponemos freudianos y entramos al debate de que toda satisfaccion es sexo, todos son lujurias, y por tanto todo pecaminoso que se precie de serlo en dicho rubro, es un promiscuo por definición, desde el punto de vista psicoteologico.