En guardia (perpetua).
No deja de sorprenderme lo dispuesta y hasta ansiosa que está la gente para agredir a sus semejantes; no porque haya un rencor incubado, no porque sean estos precisamente la mismísima encarnación del mal, ni siquiera porque les deban dinero o se hayan metido con sus progenitoras...sino simplemente porque están en posición de hacerlo
